domingo, 2 de junio de 2013

POEMAS NO TAN VIEJOS 2 ( PUBLICADOS EN LA ANTOLOGÍA 2012 "FIN DE CITA"



Lluvia Y Rimmel                                                              

Los puños se clavan a las sábanas
su boca mordida
                 la queja apenas

Él la ama así
                       muda
ella lo sabe
por eso enciende la luz frente al espejo 
             y  para salvarse
                para no morir
se abre toda rouge y sangre
             en una sola mueca
       
Ella no obedece luna alguna
se recorre sola
                          penitente
masturba su imagen
y adicta a su herida
             llora puñaladas
      
Él quiere encender eternidad
          en su ombligo descalzo de mujer
recorre esa aridez
             y la envuelve
hasta hacerla trapo paloma y tanto beso

Mientras
             ella se somete a su antojo
pubis esclavo bajo esa lengua de bronce
y su matriz espina pájaros
                bajo los brazos de la lluvia

La noche avanza
con tatuaje de ébano en los ojos
porque ellos se aman así
             a pura lágrima
                    contra la pared en fuga

y cuando despierten
ella sacudirá
                 de la sábana al sol
esos puños de acíbar


Encono

Es un gesto que se pare
ese de hacerse contorsión
y oler su sangre
                       
Sabe que ayer fue roca pierna y beso
bamboleo jadeante apeándose de él
desde ningún destino

que ansió ser uno
                      y pubis
                           y aguardiente

Hoy
        debe rociar su frente
                      de aceite y alabastro
socavar el lecho y el azogue

Mueven sus caderas los ángeles de viento
(Ella ha calzado sus formas de preñez)

y alza el vaso para crucificar el coito
                      en una pancarta que grite
la avenida de su nombre


Bambalinas

Hay algo en la aceptación de ese nombre
               que la mueve hacia el olvido
un mirar antropófago
               hacia la silueta sepia/ajada de su rostro

Siente ahora el resabio de tu lengua entre los dientes
pero no hay imagen ni voz en la memoria

Está saboreando un trozo de salmón
y le repele el recuerdo de esa pelvis apretada
Toma un sorbo de whisky
                                           escocés
                                                             del mejor
 y un cúmulo de cucarachas escupe miel sobre  su escote

Derribemos las trastiendas

La noche intenta prolongarse
                                    en el vagido de las sábanas

y no sé por qué estamos hablando de esto
       en la lavandería de la esquina


De moras en los ojos

 

Vestida de frío

cruza la calzada del sol

No lo ve                
             La arena es álgida
y protege las nervaduras de su cielo

Ella eleva tres fotos

      que hoy resultan intrusas en su almohada

profecía tal vez
              sobre una piel demasiado blanca

 

Por eso bebe de memoria
aquella imagen que sabe de fragmentos

Es imperfecta su soledad

Bajo la sombra de cualquier esquina

puede alumbrar de ágata el pasado


Dejar De Ser

Quieta divisoria conduce a la caída
Desciende
                 a inhalar hondo
                 su propia gestación

Todo es silencio
                           y un jadeo inútil
que profundiza la asimetría de los cuerpos

Cada porción de piel construye el infinito
Los límites se expanden
                   como si huyeran
                                            avergonzados
del residuo que dejan en el otro

Mueca innominada
                            "Salir requiere mil disfraces"


De Las Rejas

La mañana no quiere alzarse del bostezo

Persiste la resaca del amor
     -una cuchilla que dibujó fronteras entre los muslos-

Llueve un agujero en el alma de Dios

Él la quiere niña
                   virgen otra vez para sostenerle los ojos

para que abrigue su eternidad
          del cansancio de seguir a tientas
                                                 buscándola


Circular

Es una muerte lenta
        tomar la copa y desbeberla
vestirse del orgasmo a la cordura
             desabrazarse del temblor
hacia el ascético saludo en mangas de camisa

Es inútil pretender encadenar la arena libre
                          o demorar la semilla

Así avanza la vida
                   o la muerte
- es lo mismo-

equivocándose  una y otra vez

queriendo ser salto  
               y por qué no orilla


Una y Mil Veces
                                a Enrique Blanchard

Juré no volver a escribir
pero acá estoy
encadenada a ese círculo de ébano

Un poema para quién
                       o para qué
si una vez más
me amortajo a la blancura

Rea de tu red
                      me hago antifaz

No quiero sumergirme en otra temporada
ni hacer símbolos de mis ebriedades

Como un barco
                    naufrago
                              otra vez en mí

y me aburre

tanto

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